Abstract
San Agustín de Hipona, en el método y contenido filosófico de su producción literaria temprana, frutos ante todo de su conversión cristiana, otorga a la divina auctoritas Christie un rol preeminente e insustituible de guía para la razón humana que busca la verdad. Particularmente en el De animae quantitate se demuestra que, en el proceso de indagación filosófica, toda auctoritas humana debe ceder ante la razón que indaga, la cual cumple con verificar siempre la validez de sus contenidos. Estas premisas configuran la relación maestro-discípulo en el pensamiento pedagógico agustino.