Resumen
En este trabajo se sustenta, en primer lugar, que la poética eielsoniana está íntimamente ligada a dos tipos de culto: el primero tiene que ver con un culto a la esencia de las cosas, reconocible desde una praxis creativa que gira en torno a la transformación, la contrariedad, la renovación, la imposibilidad, la simplicidad, entre otros. El segundo culto, consecuencia inmediata del primero, es a la tensión de la dimensión semántica y formal de los poemas, que convierte el hecho de referir poéticamente en una expresión fronteriza que transgrede la convencionalidad y la arbitrariedad del símbolo para dar paso a un despliegue de sentidos que busca resaltar el carácter ambiguo y fragmentario de la palabra. Así, la despoja del retoricismo envolvente.