Abstract
El presente texto revalora la ética alejada del manejo que habitualmente se le otorga (la de una serie de pautas o reglamentos a seguir para ser buenos). Lo que busca, en cambio, es proponer la ética como una necesidad del hombre con la que puede llegar a una vida plena. Para ello, la autora se apoyará en un sólido conjunto de planteamientos de filósofos como Aristóteles, Edith Stein, Romano Guardini y Paolo Musso; igualmente, acudirá a teólogos como Karol Wojtyla (antes de ser Juan Pablo II), Joseph Ratzinger (más tarde, Benedicto XVI) y Luigi Giussani; del mismo modo tomará en cuenta opiniones de sociólogos como Zygmunt Bauman y el testimonio de martirio de Jacques Hamel.